Este fin de semana el miedo llegó a Serranillos del Valle con el Gran Pasaje del Terror. El circo de las pesadillas llenó de gritos las calles del municipio y pequeñas brujas y vampiros rodearon el lugar.
Como si de una función se tratase, hemos podido disfrutar de los terribles payasos. Pocas carcajadas se pudieron escuchar salvo las emitidas por el puro nerviosismo de los más pequeños. Así, vimos carreras y empujones para no perder ningún detalle del espectáculo. Las miradas más indiscretas intentaban hacerse hueco por alguna ranura de la carpa, y sonrisas furtivas para mostrar la valentía de algunos de los presentes.
Y para que nadie terminase con un mal sabor de boca, allí estaban esperando unas gustosas palomitas o algodón de azúcar.
Dos noches intensas con emociones a raudal en un municipio donde en Halloween todo puede pasar.